domingo, 28 de febrero de 2010

Este sábado 27 de Febrero, se inauguró la Biblioteca Popular Alicia Eguren, en la localidad de San José.






Este sábado 27 de Febrero, se inauguró la Biblioteca Popular Alicia Eguren, en la localidad de San José.

Con la presencia de más de 50 vecinos, representantes de la Mesa de Agrupaciones Kirchneristas de Almirante Brown, la Comisión Directiva de la UB “La Razón de mi vida” y Daniela Bambill, conductora distrital de Causa Popular, quedo Inaugurada la Biblioteca Popular en Almirante Brown, en la calle Piedrabuena entre la La Pampa y Rio Negro, San José.
Con juegos infantiles, merienda y cuentos comenzó el acto inaugural, procediéndose con las palabras de Cristina Navarro, Secretaria General de la Unidad Básica y referente territorial de Causa Popular, quien comentó: “Está biblioteca es lo que necesitábamos para poder contener a nuestros pibes, es lo que necesita el barrio, pero vamos por más, en memoria de los que fundaron este pueblo, nuestros abuelos, por ellos y por los chicos, nosotros vamos por más, porque hay que luchar contra el olvido que está sumergido San José”. Continuó: “Esto lo logramos gracias a Causa Popular y a todos los compañeros de todos los rincones del municipio, que vinieron a ayudarnos, que se movieron, hoy los chicos van a tener profesores particulares gratis, lugares donde continuar sus estudios gratis, así como el merendero que ya está en funcionamiento dos veces por semana, esto es Causa Popular”.
Cerró el acto Daniela Bambill argumentando: “Alicia Eguren es una compañera desaparecida, poeta y escritora, no solo la esposa de Cooke, ella decía que hay que armar los nidos que cobijen, y en eso estamos, los verdaderos cambios pasan por la educación y la cultura, por eso tenemos que salir a recorrer todo el distrito, rincón por rincón para mostrar de que se trata el verdadero peronismo, es nuestra misión erradicar las formas clientelares de la política. La utilización clientelar de los planes de asistencia o los planes de trabajo, ensucian la verdadera forma de peronismo, la del esfuerzo y las ganas de trabajar por el otro”.
Luego se prosiguió con la entrega de un Rosario de ónix puntano, como homenaje a los militantes de San José, encargados del funcionamiento de la Biblioteca Popular.

LA CORTE DE LOS MILAGROS

Por Eduardo Bambill
El conflicto es la razón existencial y el motor de la política y el verdadero consenso no resulta de la supresión del conflicto, sino de su encausamiento y el equilibrio de las partes. Esto que parece una verdad de perogrullo se torna difícil de llevar a cabo porque entre otras cosas, la política también es una realidad simbólica, solo se expresa por medio de signos, los fenómenos políticos no son tales, sino a través de los símbolos y ritos que le dan sentido.
Bourdeau ha manifestado “La realidad política es un universo de representaciones, de creencias y de apariencias” sintetizando, es un universo de imágenes. No importa tanto el hecho político en si, sino lo o que se ve de él, o cómo se cree verlo y por supuesto cómo se lo siente. Esencialmente es la imagen de lo que trasciende y en este proceso de creación influyen la ambición, la vanidad, el temor, el deseo, la fe, las ideologías, las utopías y la presión de los diferentes actores.
Pero cuando esta realidad es exagerada y la influencia es puramente mezquina y cuenta con el aporte perverso e inestimable de los monopolios mediáticos el resultado es – como vimos en le Senado de la Nación- una suerte de puja descarnada donde la oposición pretende amontonar ( cuál alpargata, funcionales tanto a la derecha como a la izquierda) y solo logra generar esta imagen miserable de una nueva “Corte de los milagros” adónde nadie es quién dice ser.
Sin el talento de Ramón del Valle Inclán, mendigos de Poder, prostitutas políticas y algún ladronzuelo se convierten por obra del engaño en cortesanos con brillos y oropeles mentirosos para convencer de las bondades de amontonarse sin otro proyecto que obtener el poder por el poder mismo , por supuesto “por el bien supremo de la Patria”, dicho esto último con la voz grave y engolada, ( esto me recuerda algo: “Gobernar es hacer creer” Macquiavello dixit).
Cuándo el oficialismo, apretado por el número abandona el recinto, en el tropel de la salida se escucharon voces airadas, las mismas que curiosamente alguna vez aplaudieron a mi muy querido y entrañable Chacho Jaroslavski cuándo gritaba de voz en cuello “NO vamos a votar con el culo”!, explicando luego didácticamente que el quórum es una herramienta legislativa más impuesta por la costumbre ( Mores et iure). Pero claro… no hay una joven ciega ávida de glamur cortesano… Y los argumentos se caen por su propio peso.
Hace doscientos años, el 23 de octubre de 1810, Mariano Moreno publicaba en “La Gaceta”: “… Figurémonos que en el semblante de cada ciudadano leemos aquella importante lección que pasa por la boca de un gran filósofo, dirigen los pueblos a los que toman por primera vez el cargo de gobernarlos y constituirlos: os hemos hecho superiores a nosotros a fin de que descubráis el conjunto de nuestras relaciones y estéis fuera del tiro de nuestras pasiones; pero acordaos de que sois nuestros semejantes, y que el poder que os conferimos dimana de nosotros; que os damos en depósito y no en propiedad, ni a título de herencia, que vosotros seréis relevados y que ningún derecho adquiriréis sino el de la estimación y el reconocimiento…”
Qué cosa rara ¿no? Da la impresión que lo tiraron al agua la semana pasada.

viernes, 26 de febrero de 2010

27/2 INAUGURAMOS LA BIBLIOTECA POPULAR ALICIA EGUREN EN SAN JOSÉ



"PORQUE LO DEL HOMBRE NUEVO NO ES UNA IMAGEN EN LOS ALTARES, ES UNA VIVISECCIÓN PERMANENTE" ALICIA EGUREN

Se supone que es el dueño de diario La Nación (El socio de Clarín en Papel Prensa) JULIO CESAR SAGUIER (H): ¿ANGEL O DEMONIO?

Por Jorge Raúl Agnese

El personaje que nos ocupa, nació en la Capital Federal, el 6 de octubre de 1960 bajo el signo de Libra. Su padre era Julio Cesar Saguier, reconocido militante de la UCR y ex intendente de la Ciudad de Buenos Aires en la presidencia de Raúl Alfonsín, fallecido en esa función el 13 de enero de 1987. Su madre es Matilde Ana María Noble Mitre. Tiene cuatro hermanos Alejandro Julio, Fernán Julio Martín, Luis María Julio y Matilde Florencia. Julio Cesar Saguier (h) es abogado, profesión que comenzó a ejercer en el estudio del doctor Gustavo Mirko Schiossberg y Asociados a poco de recibir su titulo.
En la actualidad, preside el directorio de la SA La Nación, que fundo Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870. En ese carácter, publicó una carta al presidente Carlos Saúl Menem en donde expresaba que - de acuerdo de los estatutos de la sociedad editora de La Nación - corresponde al presidente de la misma, la orientación y marcha intelectual del diario. En esa misiva hizo público su compromiso con los valores éticos y sociales que - destacó - son parte de la identidad de la empresa.
Agregó que desde la defensa de los grandes principios consagrados por la Constitución Nacional y amparados en el ejercicio responsable de la más amplia libertad de prensa, aspiraba a servir a la sociedad - a través del diario -, informándola verazmente y compartiendo con ella su pensamiento.
Desde el ejercicio del periodismo libre, pluralista y apartidario, Saguier dijo condenar sin vacilar toda forma de corrupción, pública o privada, que afecte el interés general y reafirmó, por lo tanto, que la prédica de La Nación en pos de una Justicia independiente, jamás claudicaría. Aseguro que velaría para que las instituciones de la Nación cumplan su cometido constitucional y los gobernantes honren sus promesas.
En el párrafo final Saguier afirmo: «Estamos dispuestos a mantener el sentido nacional de nuestras propuestas de comunicación y, en el mundo interconectado que nos rodea, forjaremos alianzas, integraremos consorcios e incursionaremos en nuevos negocios. Pero por sofisticadas que sean las formas, por globalizadas que estén la economía y las comunicaciones, seguiremos fieles al compromiso indisoluble de tender a la verdad, que hoy ratificamos».
De acuerdo a lo que la SA La Nación permite conocer, la empresa tiene intereses a través del Grupo de Diarios de América (GDA), en Los diarios El Comercio de Ecuador, El Nacional y El Comercio de Paraguay y de Perú respectivamente, El Universal de México, El Tiempo de Colombia, El Mercurio de Chile, El País, el portal de Internet de GDA y O Globo de Brasil un grupo de telecomunicaciones y grafica. Sin prejuicio de ello, también es accionaria de Papel Prensa, la agencia DYN y la SA Cimeco del Grupo Correo de Comunicación (GCC) de España.
Julio Cesar Saguier es reconocido socialmente como un benefactor de entidades de bien publico como Fundaleu, Alpi y Lalcec entre las principales. En el área cultural ha escrito varios libros a través del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría, junto a otros autores como Rosendo Fraga, Carolina Barros, Isidoro J. Ruiz Moreno, Alejandro Telésforo Mosquera, Raúl Alconada Sempé, Luis María de Pablo Pardo y Andrés Cisnero entre otros.
Es un entusiasta propulsor de las bibliotecas populares que dependen del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las que apoya permanentemente y - en ese marco - fundo en honor a su padre, la Biblioteca Julio Cesar Saguier con domicilio en Torre 14 del Barrio Cardenal Copello.
El semanario Poder, lo destacó como uno de los 100 más poderosos de la Argentina en el año 2000, pero en el 27 de noviembre de 2002, el semanario El Guardián - que se afirma responde al banquero Moneta - publicó en tapa este título: «La Nación, dos sociedades offshore comprometen a los hermanos Saguier». En el interior de la revista los títulos eran: «Los Peores Herederos» y «La mala gestión del diario La Nación complica el pago de una deuda que involucra a empresas offshore que desconocería la AFIP». Esta denuncia provocó una investigación de la diputada Elisa Carrio, cuyos resultados aún se ignoran… como siempre.
Las empresas que menciona El Guardian son la MNMS Holding - (Matilde Noble Mitre Saguier Corp.) - con domicilio en el edificio Citco, Wickhams Cay, apartado 662, Road Town, Trotila, Islas Vigenes Britanicas; y la Barton Corp., con domicilio en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, PO Box 268, George Town, Islas Gran Caimán. Según ese semanario estas dos empresas serían las verdaderas dueñas de la SA La Nación que - en la actualidad - preside Julio Cesar Saguier (h), quien - a su vez - integraría el directorio de ambas de acuerdo a los detalles de las nota de El Guardían.

JORGE RAUL AGNESE
07/10/2003 – Transcripción de un trabajo realizado por el firmante en la cátedra de Investigación Periodística.

N del A: El fundador del diario La Nación - Bartolomé Mitre - nunca hubiese imaginado que su empresa criolla terminaría controlada por una offshore. Mitre era un hombre carismático, devoto de los intereses políticos británicos y de la cultura italiana, pero – a su manera – un hombre comprometido con la República Argentina, su pasión. Mitre no tenía depósitos en el exterior y menos una offshore, lo que habría bastado para que Domingo Faustino Sarmiento obtuviera venganza por las varias derrotas que Mitre le infligió. Durante el Proceso de Reorganización Nacional, La Nación desconoció a los 30.000 desaparecidos, en tanto que Ernestina Noble dueña de Clarín y emparentada con los Saguier, adoptaba dos bebes que están sospechados de ser hijos de desaparecidos. Ambos son socios en Papel Prensa y enemigos declarados de Cristina Fernández. La Nación puso en dudas su título de abogada. La justicia movilizo a la UNLP que entregó los originales (copia certificada) del analítico y del título de la presidenta. Ahora critican a dúo las obras inauguradas hoy – 15/02/2010 – en Santa Cruz, diciendo que benefician a sus amigos y ocultando que una de ellas proveerá al país – sobre todo Bs. As. Y Córdoba – con sus 1700 megavatios. Parece que algo huele mal en Dinamarca ¿No?

JORGE RAUL AGNESE

lunes, 22 de febrero de 2010

El odio

Por Eduardo Aliverti

Sí, el tema de estas líneas es el odio. Planteado así, de manera tan seca y contundente, quizás y ante todo deba reconocerse que es más propio de cientistas sociales que de un simple periodista u opinólogo. Pero, precisamente porque uno es esto último, registra que su razonamiento respecto del clima político y social de la Argentina desemboca en algo que ya excede a la mera observación periodística.

Hay –es probable– una única cosa con la que muy difícilmente no nos pongamos todos de acuerdo, si se parte de una básica honestidad intelectual. Con cuantos méritos y deficiencias quieran reconocérsele e imputarle, desde 2003 el kirchnerismo reintrodujo el valor de la política, como ámbito en el que decidir la economía y como herramienta para poner en discusión los dogmas impuestos por el neoliberalismo. Ambos dispositivos habían desaparecido casi desde el mismo comienzo del menemismo, continuaron evaporados durante la gestión de la Alianza y, obviamente, el interregno del Padrino no estaba en actitud ni aptitud para alterarlos. Fueron trece años o más (si se toman los últimos del gobierno de Alfonsín, cuando quedó al arbitrio de las “fuerzas del mercado”) de un vaciamiento político portentoso. El país fue rematado bajo las leyes del Consenso de Washington y la rata, con una audacia que es menester admitirle, se limitó a aplicar el ordenamiento que, por cierto, estaba en línea con la corriente mundial. También de la mano con algunos aires de cambio en ese estándar, y así se concediera que no quedaba otra chance tras la devastación, la etapa arrancada hace siete años volvió a familiarizarnos con algunos de los significados que se creían prehistóricos: intervención del Estado en la economía a efectos de ciertas reparaciones sociales; apuesta al mercado interno como motor o batería de los negocios; reactivación industrial; firmeza en las relaciones con varios de los núcleos duros del establishment. Y a esa suma hay que agregar algo a lo cual, como adelanto de alguna hipótesis, parecería que debe dársele una relevancia enorme. Son las acciones y gestos en el escenario definido como estrictamente político, desde un lugar de recategorización simbólica: impulso de los juicios a los genocidas; transformación de la Corte Suprema; enfriamiento subrayado con la cúpula de la Iglesia Católica; Madres y Abuelas resaltadas como orgullo nacional y entrando a la Casa Rosada antes que los CEO de las multinacionales; militancia de los ’70 en posiciones de poder. En definitiva, y –para ampliar– aun cuando se otorgara que este bagaje provino de circunstancias de época, sobreactuaciones, conciencia culposa o cuanto quisiera argüirse para restarles cualidades a sus ejecutores, nadie, con sinceridad, puede refutar que se trató de un “reingreso” de la política. Las grandes patronales de la economía ya no eran lo único habilitado para decir y mandar. Hasta acá llegamos. Adelante de esta coincidencia que a derecha e izquierda podría presumirse generalizada, no hay ninguna otra. Se pudre todo. Pero se pudre de dos formas diferentes. Una que podría considerarse “natural”. Y otra que es el motivo de nuestros desvelos. O bien, de una ratificación que no quisiéramos encontrar.

La primera nace en el entendimiento de la política como un espacio de disputa de intereses y necesidades de clase y sector. Por lo tanto, es un terreno de conflicto permanente, que ondula entre la crispación y la tranquilidad relativa según sean el volumen y la calidad de los actores que forcejean. Este Gobierno, está claro, afectó algunos intereses muy importantes. Seguramente menos que los aspirables desde una perspectiva de izquierda clásica, pero eso no invalida lo anterior. Tres de esos enfrentamientos en particular, debido al tamaño de los bandos conmovidos, representan un quiebre fatal en el modo con que la clase dominante visualiza al oficialismo. Las retenciones agropecuarias, la reestatización del sistema jubilatorio y la ley de medios audiovisuales. Ese combo aunó la furia. Una mano en el bolsillo del “campo”; otra en uno de los negociados públicos más espeluznantes que sobrevivían de los ’90, y otra en el del grupo comunicacional más grande del país, con el bonus track de haberle quitado la televisación del fútbol. De vuelta: no vienen al caso las motivaciones que el kirchnerismo tenga o haya tenido y no por no ser apasionante y hasta necesario discutirlas, sino porque no son aquí el objeto de estudio. Es irrebatible que ese trío de medidas –y algunas acompañantes– desató sobre el Gobierno el ataque más fanático de que se tenga memoria. Hay que retroceder hasta el segundo mandato de Perón, o al de Illia, para encontrar –tal vez– algo semejante. Potenciados por el papel aplastante que adquirieron, los medios de comunicación son un vehículo primordial de esa ira. El firmante confiesa que sólo la obligación profesional lo mueve a continuar prestando atención puntillosa a la mayoría de los diarios, programas radiofónicos, noticieros televisivos. No es ya una cuestión de intolerancia ideológica sino de repugnancia, literalmente, por la impudicia con que se tergiversa la información, con que se inventa, con que se apela a cualquier recurso, con que se bastardea a la actividad periodística hasta el punto de sentir vergüenza ajena. Todo abonado, claro está, por el hecho de que uno pertenece a este ambiente hace ya muchos años, y entonces conoce los bueyes y no puede creer, no quiere creer, que caigan tan bajo colegas que hasta ayer nomás abrevaban en el ideario de la rigurosidad profesional. Ni siquiera hablamos de que eran progresistas. La semana pasada se pudo leer que los K son susceptibles de ser comparados con Galtieri. Se pudo escuchar que hay olor a 2001. Hay un límite, carajo, para seguir afirmando lo que el interés del medio requiere. Gente de renombre, además, que no se va a quedar sin trabajo. Gente –no toda, desde ya– de la que uno sabe que no piensa políticamente lo que está diciendo, a menos que haya mentido toda su vida.

Sin embargo, más allá de estas disquisiciones, todavía estamos en el campo de batalla “natural” de la lucha política; es decir, aquel en el que la profundidad o percepción de unas medidas gubernamentales, y del tono oficialista en general, dividieron las aguas con virulencia. Son colisiones con saña entre factores de poder, los grandes medios forman parte implícita de la oposición (como alternativamente ocurre en casi todo el mundo) y no habría de qué asombrarse ni temer. Pero las cosas se complican cuando nos salimos de la esfera de esos tanques chocadores, y pasamos a lo que el convencionalismo denomina “la gente” común. Y específicamente la clase media, no sólo de Buenos Aires, cuyas vastas porciones –junto con muchas populares del conurbano bonaerense– fueron las que el 28-J produjeron la derrota electoral del kirchnerismo. ¿Hay sincronía entre la situación económica de los sectores medios y su bronca ya pareciera que crónica? Por fuera de la escalada inflacionaria de las últimas semanas, tanto en el repaso del total de la gestión como de la coyuntura, los números dan a favor. En cotejo con lo que ocurría en 2003, cuando calculado en ingresos de bolsillo pasó a ser pobre el 50 por ciento del país, o con las marquesinas de esta temporada veraniega, en la que se batieron todos los records de movimiento turístico y consumo, suena inconcebible que el grueso de la clase media pueda decir que está peor o que le va decididamente mal. Pero eso sería lo que en buena medida expresaron las urnas, y lo que en forma monotemática señalan los medios.

Veamos las graduaciones con que se manifiesta ese disconformismo. Porque podría conferirse la licencia de que, justamente por ir mejor las cosas en lo económico, la “gente” se permite atender otros aspectos en los que el oficialismo queda muy mal parado, o apto para las acusaciones. Ya se sabe: autoritarismo, sospechas de corrupción, desprecio por el consenso, ausencia de vocación federalista, capitalismo de amigotes y tanto más por el estilo. Nada distinto, sin ir más lejos, a lo que recién sobre su final se le endilgó a Menem y su harén de mafiosos. ¿Qué habrá sucedido para que, de aquel tiempo a hoy, y a escalas tan similares de bonanza económica real o presunta, éstos sean el Gobierno montonero, la puta guerrillera, la grasa que se enchastra de maquillaje, los blogs rebosantes de felicidad por la carótida de Kirchner, los ladrones de Santa Cruz, la degenerada que usa carteras de 5 mil dólares, la instalación mediática de que no llegan al 2011, el olor al 2001, el uso del avión presidencial para viajes particulares? ¿Cómo es que la avispa de uno sirvió para que se cagaran todos de la risa y las cirugías de la otra son el símbolo de a qué se dedica esta yegua mientras el campo se nos muere? ¿Cómo es que cuando perpetraron el desfalco de la jubilación privada nos habíamos alineado con la modernidad, y cuando se volvió al Estado es para que estos chorros sigan comprándose El Calafate? Pero sobre todo, ¿cómo es que todo eso lo dice tanta gente a la que en plata le va mejor?

Uno sospecharía principalmente de los medios. De sus maniobras. De que es un escenario que montan. Pues no. Por mucho que haya de eso, de lo que en verdad sospecha es de que el odio generado en las clases altas, por la afectación de algunos de sus símbolos intocables, ha reinstalado entre la media el temor de que todo se vaya al diablo y pueda perder algunas de las parcelas pequebú que se le terminaron yendo irremediablemente ahí, al diablo, cada vez que gobernaron los tipos a los que les hace el coro.

Debería ser increíble, pero más de 50 años después parece que volvió el “Viva el Cáncer” con que los antepasados de estos miserables festejaron la muerte de Eva.

sábado, 20 de febrero de 2010

Visualizar el cambio de paradigma es hoy nuestra responsabilidad como militantes

Por Prof.Daniela Bambill- Conductora de Causa Popular Brown

“Y, como sucede con todos los hechiceros de la tribu, cuando sus poderes sobrenaturales son cuestionados, es cuestión de días. Los tigres no los aleja el mago de la tribu; hay que ir a cazarlos con arcos y flechas. Entonces, ¿para qué mantener al brujo?” ( J.W.Cooke)

El oráculo de Delfos fue un recinto sagrado dedicado a “Apolo” -Dios de los oráculos, de la juventud, de los rebaños, de la poesía, de la música y de las artes en general- que tenía en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes. El oráculo referido se llegó a ubicar situado en Grecia, en el emplazamiento de lo que fue la antigua ciudad llamada Delfos. La leyenda y la mitología cuentan que en el monte Parnaso y cerca de esta fuente se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas musas junto con las ninfas de las fuentes, llamadas Náyades. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban. El oráculo de Delfos influyó en gran manera en la colonización de las costas del sur de Italia y Sicilia. Llegó a ser el centro religioso del mundo helénico.

Con la Globalización y la consecuente concentración de la información, el alejamiento masivo de la ciudadanía de los Partidos Políticos tradicionales, los espacios de debate fueron resumiéndose a la simple escucha de lo que dicen otros… La Divinidad no tiene hoy un gran Templo, sino una sucursal en cada casa, dentro de ese aparato cuadrado que con los cambios de paradigma llegó a convertirse en reproductor excluyente de “la realidad”.

Formador de ideas por excelencia, los medios masivos de comunicación “bajan” la línea que representa exclusivamente los intereses a quienes ellos representan, valga la redundancia y el lugar común.

Ahora bien, se da por estas horas en nuestro país un fenómeno que hace muchísimo tiempo no ocurría, casi tímidamente primero y con una gran determinación después la afluencia de ciudadanos con ganas de participar activamente en política.
Con agrado podemos observar cómo los postulados que rezaban que no sirve la política y que los políticos solo están allí por beneficio personal van resultando obsoletos ante la premisa que para modificar realmente una realidad adversa en materia de participación política el único camino posible es la militancia activa.

El oráculo de la realidad mutilada va perdiendo su fuerza a medida que el ciudadano se acerca, se compromete y se alfabetiza en la lectura de los medios.
Sin caer en posturas maniqueístas , pero sí alfabetizando su lectura, quienes militamos en algún espacio podemos ser guías en este maravilloso proceso que abrió la discusión más profunda en materia de políticas de estado de los últimos 30 años
Quién maneja la información tiene el Poder. Temas como la negociación del Papel Prensa, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, significaron la puerta abierta hacia una nueva forma de ver la acción política.
Más allá de cuestionamientos hacia la figura presidencial, el 90 por ciento de la población estaba de acuerdo con esas medidas, y por primera vez en muchísimos años comenzaron a dudar de lo que escuchaban o leían, hasta no hace mucho cómo la única realidad que los circundaba.

Este pequeño aporte en un mar de contradicciones propios de años de no-militancia en la gran mayoría de la población puede significar un cambio de paradigma en cuanto a la construcción política.
Quienes recorremos los barrios más humildes del Conurbano escuchamos con emoción cuando algún vecino descreído dice, “estos que nos bajen todo, pero en el cuarto oscuro elegimos nosotros”… Aunque rudimentaria la frase, encierra la madurez que va adquiriendo el proceso democrático, la dignidad que van recuperando los sectores más vulnerables… El clientelismo está en terapia intensiva.

Militar desde las ideas ya no es una utopía, la honestidad intelectual comienza a ser un baluarte inimaginado durante la crisis del 2001.

Los agoreros hacen esfuerzos supremos por captar adeptos, pero a medida que avanzan las conquistas sociales, sus palabras impuestas como dogmas caen ante la realidad irrefutable, aún desde ese aparato qué va perdiendo la magia a medida que ejércitos de militantes distribuyen su palabra garantizada por hechos concretos.

Más allá de los aparatos de TV, más allá de los aparatos clientelares, más allá de los históricos manejos de algunos punteros de algunos Intendentes del Conurbano, se siente, se respira un cambio de paradigma…
No visualizar este momento histórico sería el peor error que podamos cometer…

lunes, 15 de febrero de 2010

AGENCIA PACO URONDO:ENTREVISTA A DANIELA BAMBILL, CONDUCTORA DE CAUSA POPULAR BROWN

Compañeros, adjuntamos el link con la entrevista a Daniela Bambill para la Agencia de Noticias Paco Urondo:

http://www.agenciapacourondo.com.ar/

jueves, 11 de febrero de 2010

miércoles, 10 de febrero de 2010

80 Aniversario del natalicio de Carpani




80º aniversario de Ricardo Carpani

Por Jorge Gottling

Estaba genéticamente diagramado para pintor y no pudo evitarlo, pero sí postergarlo. Ricardo Carpani se definía como un plástico tardío: no tuvo academia y su marco de referencia fue un abuelo que pintaba sólo en domingo. Nació en el Tigre, en 1930, y su infancia y adolescencia transcurrieron en una atmósfera mansa, sin relación directa con el arte. A contrapelo de su destino, Carpani frecuentó con poco entusiasmo la vieja Facultad de Derecho de la que egresó por aburrimiento. Tras la muerte de su padre, parte a la aventura europea, con más proyectos que dinero. En París, sobrevive a lo inmigrante, en oficios diversos, hasta que aterriza en los atelieres del otro lado del ojo y del pincel, para trabajar como modelo. Entonces detona la vocación. A su regreso a Buenos Aires, en el 52, ingresa al taller de Emilio Pettoruti, al tiempo que comienza su maduración ideológica. Carpani funda el movimiento Espartaco -con Bute, Sessano y otros- del que se aparta por diferencias conceptuales. La militancia, una constante en su historia y en su obra, puede presentirse bastante antes de lo que podía denominarse como su etapa de grafía política. Masas obreras en pie de lucha son los elementos protagónicos de la obra de aquellos años. Propietario de una nueva perspectiva plástica, Ricardo Carpani se distingue por su óptica más abarcativa. Identifica pintura y revolución, entendiendo que ése es el lugar que le corresponde al arte. Desde entonces, en todas sus etapas, su obra fue militante y comprometida. Lo plantea antes, en l964, con su visión diferente de un Martín Fierro ilustrado (Ediciones Programa). Advierte que Fierro está apresado entre dos opciones: la más sencilla, perpetuarse como mito, como evocación sin riesgos de un tiempo irrecuperable y concluido. La otra es la de establecer una vinculación de Fierro con el presente. Carpani ve, entonces, un gaucho plantado frente a la ley de vagancia, un peleador -en rigor, un combatiente- acosado, enorme, perdido pero invencible. Accede, casi por fatalidad, a su etapa afichista. Carpani recorre los sindicatos ofreciéndose a pintar murales -puños al viento, gestos crispados- que son elaborados gratuitamente, sólo con el costo de los materiales. Pero esa expresión rebelde y revolucionaria no se agota, en Carpani, con el cincel o la espátula: llegan, entonces, las palabras con las que el artista explica y se explica: Arte y Revolución en América Latina (1963) y El Arte y la Vanguardia Obrera (l965). En los años de plomo, el artista se exilia en París. Confiesa que, a veces, el exilio es destierro, lo vive catastróficamente. Forma parte de la Comisión Argentina de Defensa de los Derechos Humanos -también la integra Julio Cortázar- y alza su voz para denunciar la situación que imperó en la Argentina de ese lapso. Se queda diez años y allí lo acribilla el tango, como autoafirmación de la propia identidad. Fue entonces cuando Carpani recurrió a sus orígenes, la infancia, la adolescencia, el barrio, la simbología del porteño. Y el tango fue su escalera de incendio. A su etapa clásica (1952-1974) la calificó como la de la ilusión, la lucha y la esperanza. La del exilio fue la de los fantasmas y la recuperación de la memoria personal y de la infancia. A la tercera, a la que adscribió a su regreso, la dibujó como la etapa de los interrogantes, utilizando un lenguaje pictórico concreto y preciso. Sin dudas, aquella etapa militante de Carpani, encadenada a la inmediatez de los acontecimientos y con fuerte carga militante, fue la que fijó su imagen. No es menos cierto que el artista lega una obra tan amplia como amplia es la subjetividad humana. Incluye los temas universales, la mujer, el amor, la muerte, las lejanías, la niñez extraviada, las fracturas, algunas de ellas abordadas con formidable rigor y nitidez, en esa última etapa tanguística, acaso porque respondieron al tiempo interior de Carpani.

[Esta nota fue escrita por el fallecido Jorge Gottling para Clarín el día siguiente de la muerte de Ricardo Carpani, el 10 de febrero de 1997]

martes, 9 de febrero de 2010

DEFENSA DEL PROYECTO NACIONAL EN BROWN






COMPAÑEROS: COMPARTIMOS CON USTEDES LAS FOTOS DE LA CAMPAÑA DE DEFENSA DEL GOBIERNO DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ. CONSIDERAMOS QUE LA PRESENCIA EN LAS CALLES ES PRIMORDIAL PARA GANAR VOLUNTADES, PARA DEMOSTRAR QUE SE PUEDE CON ESFUERZO Y PACIENCIA Y PARA GRITAR QUE ACÁ ESTAMOS QUIENES MILITAMOS POR UNA PATRIA JUSTA, LIBRE Y SOBERANA.

ALGUNOS PROBLEMAS PARA EL ACUERDO CÍVICO Y SOCIAL

ALGUNOS PROBLEMAS PARA EL ACUERDO CÍVICO Y SOCIAL

POR JUAN MANUEL PEREIRA BENÍTEZ. SEC. DE ORGANIZACIÓN Y ADOCTRINAMIENTO.

"Nosotros no buscamos dirigentes que puedan salir en el titular del diario, nosotros no estamos ni vamos a estar a la caza de estrellas del PJ decadente, nosotros queremos llamar a los dirigentes intermedios, hombres y mujeres del justicialismo, porque estamos buscando al pueblo peronista" ELISA CARRIÓ, antes de las elecciones presidenciales del 2007.

El teórico y político Antonio Gramcsi, afirma que: “Un partido se vuelve históricamente necesario, cuando las condiciones para su triunfo, para su ineludible transformación en Estado, están al menos en vía de formación y dejan preveer normalmente su desarrollo ulterior”. Entonces cabrían las preguntas lógicas al caso: ¿Cuál es el partido que actualmente está en condiciones de transformarse en Estado? ¿Transformarse en Estado es ganar una elección presidencial? ¿En qué consiste transformarse en Estado? Interrogantes de semejante envergadura tiene varios niveles de análisis, vayamos por el primero.
Transformarse en estado requiere necesariamente, la subordinación de determinados grupos sociales por otros, es decir, que se acepte como natural la división en las cadenas de mando y obediencia, en otras palabras, que la unidad de los grupos dominantes se dé a partir de la cristalización de una relación de fuerza hacia el interior del Estado. Se suma a esta complicada trama que, en las sociedades modernas la frontera entre sociedad civil (momento hegemónico: medios, sindicatos, iglesia, clubes, sociedades de fomento, ONGs) y estado en términos llanos (momento represivo: Estructura jurídica, policial, poderes constitucionales), tiene un límite difuso. En sociedades complejas y democráticas como las actuales, no se puede entender al estado, como la suma del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino como la suma de las organizaciones de la sociedad civil con los poderes políticos constitucionales, lo cual implica entender que el Estado es un campo de constante disputa. Esta lucha política en la arena estatal, se aleja rápidamente de una contienda electoral, ya que los movimientos políticos se corresponden a acciones diarias dirigidas en función de ocupar trincheras enemigas, erosionar la legitimidad del “otro”, la toma del poder pasa de lo intensivo (que pude ser ganar una elección) a lo extensivo (el desarrollo territorial objetivo de las organizaciones). Lo electoral, debe ser entendido en términos de grandes batallas o guerra de maniobras y lo territorial, en pequeñas acciones de tipo comando o guerra de posición/ trinchera.
Entendiendo este esquema, cualquier frente electoral de Centroizquierda, de Centroderecha o Panradical tiene la capacidad objetiva de ganar una elección y ocupar los Poderes constitucionales del Estado Nacional y de la Provincia de Buenos Aires, pueden disponer de 20.000 cuadros políticos, técnicos y administrativos, para hacerse cargo de la administración, el diseño y la decisión de un programa de políticas públicas. El problema surge en la implementación de estas políticas, no es en vano la vieja declaración de Carrió, la búsqueda de dirigentes intermedios del Justicialismo, poco tiene que ver con la tropa propia a cargo del Poder Ejecutivo, sino que tiene un sentido claro, ya que la gobernabilidad no depende de acuerdos superestucturales con la elite dirigencial del PJ, sino con el conjunto de organizaciones comandadas por peronistas a lo largo y ancho del territorio nacional, desde pequeñas postas sanitarias, pasando por clubes barriales, redes de ayuda dependientes de la iglesia católica y evangélica, hasta poderosos sindicatos asentados en una representatividad mayúscula sobre los trabajadores (sobre todo los ligados al MTA en los 90´s), tanto en la CGT como en la CTA. Desde la lógica de la transformación del partido en Estado, no importa la figura del Secretario general o de un Intendente, lo que importa son sus delegados de planta y sus Unidades Básicas. Carrió es un bicho inteligente y un cuadro político de envergadura, porque sabe que sin los peronistas, puede tener el programa de gobierno más progresista de la historia, pero no puede gobernar, porque si los excluye, excluye a las organizaciones que canalizan el conflicto social en las fronteras del sistema democrático, ya que si estos intermedios del Justicialismo hacen la gran Poncio Pilatos, las demandas desbordan el sistema y se acaba el sueño del 83.
Cobos en tanto, no le hace ni sombra a Lilita, él prefiere el La Moncloa con Duhalde y llevar al colorado de gobernador, con eso generaría un reaseguro de gobernabilidad, pagándole a la UCR y al Socialismo como prestamistas de los cuadros de gestión pública. Sin embargo, el cabezón genera resistencia en el aparato, su desarrollismo edulcorado y sus giros drásticos a la derecha, no convencen a quienes quieren pasar de administración de la pobreza a poder consensuar alternativas de desarrollo viable en sus ciudades amuralladas. Por otro lado De Narváez, se ve obligado a jugar por adentro del PJ, porque sabe que si su sector desea transformarse en Estado, no puede prescindir absolutamente de nadie, su cruce con Moyano tratándolo de correr por izquierda, ratifican un rumbo ya decidido por el titular de UNION-PRO. Carrió sabe por donde pasa la cosa, pero el seguidismo absoluto de los humores de la clase media y la runfla de dirigentes mediáticos que la acompañan asustan a los compañeros, sobre todo por el gorilismo explícito, y la tildación innecesaria de “clientelismo” a todas y cada una de las actividades de la estructura, no tiene quien le baje al territorio sin ser apedreado o cuestionado, porque a los compañeros les chupa un huevo la socialdemocracia noruega, les aburre muchísimo que les hablen de esas giladas. Con lo cual, en la variante cobista o la de los lilitos, el ACyS se ve en una gran encrucijada, imagínense cerrando ciento de comedores, merenderos, centros sanitarios, clubes y centros de distribución de mercadería, parar la legalización de asentamientos o las tomas de tierra, porque los pobres deben comer en familia y acceder a la vivienda a través del préstamo hipotecario, o mejor aún, para evitar el uso clientelar que hace el enemigo pejotista, se les cae el país encima.
Aquí quedan dos alternativas viables de transformación del partido en Estado, o se genera una alternativa real de desarrollo territorial, sumando con todos los condicionamientos requeridos a la dirigencia intermedia Justicialista, o se va por la disputa hacia el interior del PJ.
Los compañeros del progresismo y el peronismo no pejotista, parecerían estar más pendientes del juego mediático que de otra cosa, Pino Solanas, Claudio Lozano y Victoria Donda, son hoy por hoy columnistas estrella de Clarín, porque sus discursos generan el desgaste propio de la guerra de posición, en total sintonía con la línea editorial del multimedio. De Gennaro por otro lado, pretende la utilización de la estructura territorial de la CTA, poniéndola al borde de la fractura, para generar una alternativa electoral propia, sin embargo la dirigencia intermedia de la central, ha sido educada en base a postulados autonomistas que le escapan a todo lo que signifique compromiso con un poder fáctico. Todo el arco progresista (K y anti-K) ha renegado de la nueva norma electoral, que les puede resultar sumamente beneficiosa, ya que los puede unir el espanto, ante cualquier duda fijarse la composición del Frente Amplio Uruguayo. Priorizar las diferencias circunstanciales, ha llevado a todo el progresismo a un vedetismo infantil, en donde se ha perdido toda capacidad de disputa, la guerra de maniobras (elecciones) depende de los puntos de consideración de la opinión pública digitada desde los grandes medios, democracia de audiencias como le llama la ciencia política, y su desarrollo territorial depende de organizaciones como el Partido Socialista Auténtico (que no pone los pies en el barro ni aunque les paguen) o de orgas autonomistas, que consideran todo trabajo en el territorio, mero asistencialismo que impide el desarrollo fructífero de una conciencia de clase que vaya Dios a saber dónde está. La nueva ley de partidos políticos, podría generar un marco de unificación electoral y territorial plausible de generar alternativas de poder, pero es preferible llorar la carta en TN sobre la dictadura pejotera.
Ante este esquema pareciera que el único partido que es “históricamente necesario” es el Justicialismo, que está encarnando profundas transformaciones en su interior, con un cambio en las relaciones de fuerzas hacia el interior del movimiento, que en el pos 2011, mostrará su nuevo rostro.