Una sociedad es la suma de todas las voluntades en búsqueda del bien común y el objetivo es lograr una sociedad en la que a partir del debate se logre deconstruir prejuicios, revisar mitos y edificar conceptos y formas de convivencia que favorezcan la tolerancia y la igualdad de oportunidades.
Erradicar prejuicios, derribar mitos es una tarea ardua y sabemos que probablemente no veremos resultados inmediatos. Pero de eso se trata justamente la acción política, de fijar reglas de juego claras dentro del sistema democrático a sabiendas que los cambios no son radicales sino paulatinos acordes a los tiempos sociales en los que nos toca desarrollarnos.
La formación de cuadros políticos implica comenzar a entender que el proceso de desideologización al que fuimos sometidos durante las últimas dos décadas debe revertirse respetando el pluralismo y la diversidad para conseguir el consenso, constituyente fundamental del juego democrático.
La idea de política como negocio, la idea de política como asistencialismo clientelar deben quedar sepultadas definitivamente en las páginas negras de la historia nacional, dando lugar al concepto primario de política que no es otra cosa que el compromiso con lo público en busca del bienestar de todos los ciudadanos sin distinción alguna.
Afrontamos el desafío a sabiendas de las dificultades con las que deberemos encontrarnos, pero absolutamente convencidas que es el camino para lograr una sociedad más justa, democrática y equitativa.
Erradicar prejuicios, derribar mitos es una tarea ardua y sabemos que probablemente no veremos resultados inmediatos. Pero de eso se trata justamente la acción política, de fijar reglas de juego claras dentro del sistema democrático a sabiendas que los cambios no son radicales sino paulatinos acordes a los tiempos sociales en los que nos toca desarrollarnos.
La formación de cuadros políticos implica comenzar a entender que el proceso de desideologización al que fuimos sometidos durante las últimas dos décadas debe revertirse respetando el pluralismo y la diversidad para conseguir el consenso, constituyente fundamental del juego democrático.
La idea de política como negocio, la idea de política como asistencialismo clientelar deben quedar sepultadas definitivamente en las páginas negras de la historia nacional, dando lugar al concepto primario de política que no es otra cosa que el compromiso con lo público en busca del bienestar de todos los ciudadanos sin distinción alguna.
Afrontamos el desafío a sabiendas de las dificultades con las que deberemos encontrarnos, pero absolutamente convencidas que es el camino para lograr una sociedad más justa, democrática y equitativa.
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