Hay un momento en que la muerte no conmueve a los hombres. Hay un momento en que la muerte puede ser la bendición de los hombres. También hay un momento en que los hombres tienen que decir basta y darle la espalda a la muerte para ver florecer la vida.En más de una semana de despiadados ataques de Israel a la Franja de Gaza todavía las personas sensatas se preguntan en qué momento estarán los hombres, s
obre todo los que tienen el poder necesario para poner fin a la masacre que robó hasta ahora más de 440 vidas y unas dos mil 500 personas sufrieron algún tipo de heridas. No hay límites. Las instituciones creadas para velar por la seguridad del mundo, una semana después de iniciados los bombardeos, lucían paralizadas, inamovibles en espera de un milagro que no llegará mientras no se digan las palabras mágicas.¿Cuál será ese pronunciamiento que detendrá los misiles lanzados por la Fuerza Aérea israelí sobre las 
instituciones vinculadas a Hamas pero en la que mueren niños y niñas inocentes, mujeres, ancianos y todo el que se encuentre incluso a más de cien metros de los blancos escogidos? Nadie parece saberlo, o al menos, querer saberlo, porque el cuestionado Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el mismo que determinó con prontitud a instancias de Estados Unidos el ataque a Iraq después de que se metiera en 1991 a Kuwait o mandó sus fuerzas a Yugoslavia para proteger a las "minorías" de Serbia, ahora parece más perezoso que un Perezoso y seguía este 2 de enero sin llegar a un acuerdo que ordenara un cese inmediato de las operaciones militares israelíes.La causa no podría ser otra. Estados Unidos, manager de Israel, y Reino Unido, atrapado en su rol de mascota de Washington, se opusieron a la propuesta llevada por Libia porque dijeron que no contemplaba los ataques de Hamas contra territorio sionista. Vaya, qué excelente razón. ¿Cuántos misiles podrán lanzar los militantes del grupo radical islámico al día? Dos, tres… Muy pocos en realidad, ni siquiera tienen una frecuencia diaria y según reportes los heridos por la parte israelí no llegan a 20.Cierto es que todo país tiene derecho a defenderse de los ataques de cualquiera, pero es que ese "derecho" les ha sido negado a los palestinos que llevan más de medio siglo exigiendo la parte de su territorio que les fue arrebatado por Israel.Tampoco valen los meses de bloqueo a los que sometió el poderío de Tel Aviv a la zona de Gaza donde Hamas se hizo con el poder político a través de las elecciones libres. No sabrán los halcones de Israel que la violencia genera violencia. O caso piensan los señores de la guerra allí que los hermanos, los hijos o los tíos de los guerrilleros o civiles muertos no irán por la venganza en cuanto puedan levantar una piedra o un fusil.Creen realmente los políticos que conforman el Consejo de Seguridad de la ONU que con el asesinato de Nizar Rayan, su mujer y sus ocho hijos, gracias a la magia de la tecnología militar, el norte de Gaza quedará sin un líder que conduzca a sus seguidores más allá de los pasos fronterizos o los puestos de control y que, por lo general, se hagan estallar en medio de la multitud de civiles o militares. Se sabe que es el cuento de nunca acabar.El papa Benedicto XVI, en su mensaje por el nuevo año, llamó a los pueblos a respetarse y entenderse sin hacer uso de la fuerza, en especial en el Medio Oriente. ¿Por qué los políticos del mecanismo de la ONU no escuchan al Máximo Pontífice? ¿Es que son incapaces de lograr un acuerdo que obligue a Tel Aviv a decretar una tregua inmediata en la zona o que realmente no les interesa el destino del pueblo palestino?Cada minuto cuenta en esta carrera por el exterminio de un pueblo que ha habitado esas tierras desde nadie sabe cuándo. Lo peor es que mientras los pueblos alzan su voz en contra de que ese objetivo se consolide, las estructuras internacionales creadas para velar por la paz sigan ajenas a la realidad.¿Dónde estará el sentido común de esos que dicen estar identificados con el bienestar y la democracia mientras personas inocentes mueren producto de misiles y bombas que lanza Israel sobre Gaza? ¿Cuánto tiempo más podrá estar de espaldas occidente a los efectos del "Plomo Fundido" israelí?Si por fin llega el momento de la paz será el instante preciso en que los hombres dirán basta y para darle definitivamente la espalda a la muerte.
obre todo los que tienen el poder necesario para poner fin a la masacre que robó hasta ahora más de 440 vidas y unas dos mil 500 personas sufrieron algún tipo de heridas. No hay límites. Las instituciones creadas para velar por la seguridad del mundo, una semana después de iniciados los bombardeos, lucían paralizadas, inamovibles en espera de un milagro que no llegará mientras no se digan las palabras mágicas.¿Cuál será ese pronunciamiento que detendrá los misiles lanzados por la Fuerza Aérea israelí sobre las 
instituciones vinculadas a Hamas pero en la que mueren niños y niñas inocentes, mujeres, ancianos y todo el que se encuentre incluso a más de cien metros de los blancos escogidos? Nadie parece saberlo, o al menos, querer saberlo, porque el cuestionado Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el mismo que determinó con prontitud a instancias de Estados Unidos el ataque a Iraq después de que se metiera en 1991 a Kuwait o mandó sus fuerzas a Yugoslavia para proteger a las "minorías" de Serbia, ahora parece más perezoso que un Perezoso y seguía este 2 de enero sin llegar a un acuerdo que ordenara un cese inmediato de las operaciones militares israelíes.La causa no podría ser otra. Estados Unidos, manager de Israel, y Reino Unido, atrapado en su rol de mascota de Washington, se opusieron a la propuesta llevada por Libia porque dijeron que no contemplaba los ataques de Hamas contra territorio sionista. Vaya, qué excelente razón. ¿Cuántos misiles podrán lanzar los militantes del grupo radical islámico al día? Dos, tres… Muy pocos en realidad, ni siquiera tienen una frecuencia diaria y según reportes los heridos por la parte israelí no llegan a 20.Cierto es que todo país tiene derecho a defenderse de los ataques de cualquiera, pero es que ese "derecho" les ha sido negado a los palestinos que llevan más de medio siglo exigiendo la parte de su territorio que les fue arrebatado por Israel.Tampoco valen los meses de bloqueo a los que sometió el poderío de Tel Aviv a la zona de Gaza donde Hamas se hizo con el poder político a través de las elecciones libres. No sabrán los halcones de Israel que la violencia genera violencia. O caso piensan los señores de la guerra allí que los hermanos, los hijos o los tíos de los guerrilleros o civiles muertos no irán por la venganza en cuanto puedan levantar una piedra o un fusil.Creen realmente los políticos que conforman el Consejo de Seguridad de la ONU que con el asesinato de Nizar Rayan, su mujer y sus ocho hijos, gracias a la magia de la tecnología militar, el norte de Gaza quedará sin un líder que conduzca a sus seguidores más allá de los pasos fronterizos o los puestos de control y que, por lo general, se hagan estallar en medio de la multitud de civiles o militares. Se sabe que es el cuento de nunca acabar.El papa Benedicto XVI, en su mensaje por el nuevo año, llamó a los pueblos a respetarse y entenderse sin hacer uso de la fuerza, en especial en el Medio Oriente. ¿Por qué los políticos del mecanismo de la ONU no escuchan al Máximo Pontífice? ¿Es que son incapaces de lograr un acuerdo que obligue a Tel Aviv a decretar una tregua inmediata en la zona o que realmente no les interesa el destino del pueblo palestino?Cada minuto cuenta en esta carrera por el exterminio de un pueblo que ha habitado esas tierras desde nadie sabe cuándo. Lo peor es que mientras los pueblos alzan su voz en contra de que ese objetivo se consolide, las estructuras internacionales creadas para velar por la paz sigan ajenas a la realidad.¿Dónde estará el sentido común de esos que dicen estar identificados con el bienestar y la democracia mientras personas inocentes mueren producto de misiles y bombas que lanza Israel sobre Gaza? ¿Cuánto tiempo más podrá estar de espaldas occidente a los efectos del "Plomo Fundido" israelí?Si por fin llega el momento de la paz será el instante preciso en que los hombres dirán basta y para darle definitivamente la espalda a la muerte. Humberto Zamora Fajardo
Diario Granma- Cuba
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