domingo, 16 de enero de 2011

De qué hablamos cuando hablamos de revolución

Por Daniela Bambill

“Para saber cuáles son nuestras fallas y llegar a sus causas hay que tener una visión global de la Argentina, de las fuerzas que chocan en su seno, de las características que revisten esos conflictos. Y dentro de ese marco histórico, examinar el significado del peronismo, con qué tendencias sociales e irreductiblemente antagónico, qué políticas lo condenarán a frustrarse y cuáles sirven al objetivo de realizarnos como destino nacional.
Por no plantearse correctamente todo esto, las burocracias siempre rectifican los aciertos y reinciden en los errores. La indigencia teórica arrastra a los desastres estratégicos.”
                                                                                       John Williams Cooke

Cuando hablamos de revolución no somos anacrónicos. Cuando hablamos de revolución lo hacemos en el sentido intelectual y cultural.
Revolución en el sentido de cambio profundo sobre las prácticas de la acción política tal como las conocemos hoy, no hay cambios culturales posibles sin acceso real y concreto al conocimiento. La profundización del modelo propuesto requiere cuadros formados técnica y políticamente comprometidos ideológicamente.
La igualdad de oportunidades en materia de formación política es un derecho de todos. Formar a la militancia es abrir el juego.
La grandes transformaciones sociales solo se hacen efectivas con el aporte de la totalidad de los miembros de esa sociedad, no hay revolución social que llegue a buen puerto con la apatía generalizada de sus integrantes.
Si bien, estamos frente a un cambio paradigmático en tanto distribución de la información, aún falta mucho camino por recorrer
Pensar la política como ciencia críptica es propio de dirigentes mediocres que temen la participación masiva más allá de la movilización acrítica de masas.
La aparición de las redes sociales sirve en tanto re distribución de información e ideas, pero no garantiza el correlato en votos.
Profundizar el modelo propuesto desde la relación dialéctica entre la teoría y la práctica concreta territorial  debería ser la consigna.
Las nuevas tecnologías todavía distan mucho de ser una realidad cotidiana en amplios sectores de la población y es allí, en esos sectores, adónde debemos llevar a cabo esa revolución que implica el cambio cultural , para ello se hace imperioso militar desde la formación ideológica de las bases.
En 2009 ya se habían logrado muchas de las conquistas sociales que fueron bandera del proceso iniciado en 2003 de la mano de Néstor Kirchner y sin embargo las elecciones en el Conurbano bonaerense quedaron en manos de quienes paradójicamente representan los intereses contrarios a la mayoría de los habitantes que allí emitieron su voto.
Si bien la influencia de los medios hegemónicos en la formación de la opinión pública es una realidad incontrastable,  acotar el análisis en ese punto sería al menos ingenuo.
La construcción política basada en la formación, concientización e ideologización de las bases como agentes multiplicadores, la acción directa sobre barriadas a partir de la organización comunitaria lejos del punterismo clientelista sigue siendo una deuda pendiente para la militancia en la vasta extensión del Conurbano Bonaerense.
Y es en este sentido que cuándo desde sectores como el nuestro, plateamos la revolución no estamos frente a un anacronismo, sino frente a una necesidad imperiosa en cuanto al mejoramiento cualitativo de la acción política.
El debate como herramienta de desarrollo del pensamiento crítico parece ser una amenaza a determinados privilegios sectoriales, la resistencia al cambio de paradigma es lógica pero la tarea no es imposible.
La ruptura definitiva del ciclo vicioso que ha llevado a nuestra historia como Nación a un péndulo que oscila entre la conquista del campo nacional y popular incluyendo a todos los sectores sociales y el retroceso que implica concentrar el poder económico en las familias, hoy corporaciones, tradicionales a costa del empobrecimiento, en el mejor de los casos, de los sectores populares no pasa por la distribución de ideas en las redes sociales exclusivamente.
La disolución irreversible del status quo solo se verá concretizada a través de la generación real de espacios de participación masiva a través de la construcción del relato cotidiano por sus propios protagonistas y no ya en manos de la elite intelectual progresista que hace abuso del romanticismo y la idealización de momentos históricos que distan mucho de la realidad concreta tanto  de quienes militan activamente como el ciudadano medio que no participa en política.
El recambio generacional tan temido es inminente y la disputa por los espacios de poder está en marcha, la grandeza de la dirigencia política o sus miserias más escondidas saldrán a la luz en estos tiempos,  lograr dejar de ser  simples espectadores del proceso es el desafío.

2 comentarios:

lu5eg dijo...

A VECES COMO EN EL CASO DE PERON ,NO SABÍA (O NO QUERÍA)QUE ESTABA HACIENDO UNA REVOLUCIÓN.CREO QUE EVITA LO TENÍA MAS CLARO.
COMO NÉSTOR Y CRISTINA ,ME CONMUEVE CADA VEZ QUE LA VEO EN LOS MAS GRANDES ESTAMENTOS INTERNACIONALES (UN,GRUPO DE LOS 20 ,DE LOS 77 MAS CHINA ,etc,etc. Con su frágil y delicada figura ,pero con la ENTEREZA INTELECTUAL Y MORAL ,QUE LA ELEVAN AL RANGO DE UNA ESTADISTA COMO POCAS.COMO UNA VERDADERA REVOLUCIONARIA. DE LA QUE NO SE PUEDE DECIR QUE ES "UNA GRAN MUJER" PORQUE EL ADJETIVO DISMINUYE AL SUSTANTIVO,DIRÉ ALGO MAS ES PLENAMENTE UNA MUJER.

lu5eg dijo...

ARGENTINA
CON VOS SIEMPRE
CON CRISTINA DESDE LA PATRIA Y EL MUNDO
Y CON NESTOR DESDE EL CIELO DE LA PATRIA