Parece que el Gobierno Nacional se ha empecinado en seguir
ampliando derechos, situación que genera la lógica reacción de los viejos
privilegiados y los que aspiran a serlo,
esos que sienten que cada derecho que se conquista implica un paso más
lejos en la loca carrera por acceder a
lo que consideran exclusivo para elegidos…. Pavadas que se le ocurren a los cortos de entendimiento,
cosas que suceden en todas las sociedades.
Por estos días se discute en el Congreso de la Nación la
posibilidad que accedan al derecho al sufragio los jóvenes comprendidos entre
los 16 y los 18 años de edad y esto ha despertado una ola de indignación en la
franja social antes descrita, adepta al tachin tachin de las cacerolas, que hoy
la mayoría de argentinos utiliza para menesteres culinarios.
Están enojadísimos por la posibilidad que los pibes voten, eso
sí no trepidan un instante en levantar la bandera de la baja en la edad de
imputabilidad y proponer cárcel común y si es posible reclusión perpetua con accesorias legales y costas por
portación de edad y si son negritos doble condena!
Les molesta a los poderosos que los pibes piensen, les
molesta a las señoras tilingas de apellido compuesto que pregonan desde mis
tiempos de walkman y pantalones nevados, que la juventud está perdida…
La Juventud les da miedo, envidia, nostalgia? Vaya a saber
uno que les pasa por la cabeza a los que se empeñan en marginar a los pibes.
Tal vez sea porque los jóvenes han protagonizado a lo largo
de la historia de la humanidad los cambios revolucionarios que modificaron estados sociales que se habían
logrado naturalizar a fuerza de sumisión y resignación.
Los jóvenes no se resignan al status quo, naturalmente se
rebelan frente a las injusticias, será tal vez ese el motivo que hayan sido los
destinatarios directos del negocio perverso de las drogas en todo el mundo….
Buscan dormirlos, anestesiarlos, les hacen creer que no hay futuro más allá de
lo impuesto….
En nuestro País han sido
históricamente los depositarios del odio irracional del poder
concentrado, se los anestesiaba desde la
escuela y la historia mitrista, si se los podía desaparecer, se los
desaparecía, si se los podía encerrar se los encerraba, si se los podía
marginar y empujar al delito se los empujaba, si se los podía drogar se los
drogaba… Hoy se les abre la puerta a la política, la más noble de las
actividades, se los convoca a construir en colectivo, a decidir el futuro, a
ser sujetos históricos, protagonistas indiscutibles de su tiempo…
No hay tiempo para el retroceso algo muy grande se ha puesto
en marcha… Cuándo los pueblos deciden ser protagonistas e incluir a todos y
todas, cuando un Gobierno garantiza derechos no hay privilegiados, ni tilingas
de apellido compuesto, ni ruido de cacerolas con olor a perfume francés que
pueda detener la primavera de la PATRIA.
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